El mes de febrero fue bastante jodidillo, con algunos picos de ansiedad que me fastidiaron bastante el ritmo de lectura que logré durante enero, así que solo he podido leer una novela. ¡Pero mejor una que ninguna!
El castillo ambulante
Autora: Diana Wynne Jones
En el país de Ingary, donde existen cosas como las botas de siete leguas o las capas de invisibilidad, que una bruja te maldiga no es algo inusual. Cuando la Bruja del Páramo convierte a Sophie Hatter en una anciana, la joven abandona la sombrerería familiar para pedir ayuda en el único lugar mágico que se le ocurre: el castillo ambulante que atemoriza a los habitantes de Market Chipping. Pues dentro no sólo se halla un demonio del fuego, sino también el perverso mago Howl, tan diestro en realizar hechizos como en robar los corazones de las damas.
¿Has visto la película El castillo ambulante, que produjo Studio Ghibli en 2004? Es la adaptación de esta novela, tan mágica y maravillosa (o más) que la propia película.
Y, como siempre ocurre, en la novela descubrí muchas cositas interesantes que no se explican en la peli, cositas que me callo para no hacer spoilers 😉 .
¿Vale la pena leerla? Por supuestísimo. Es más, si eres fan de la peli, DEBES leerla.
Mi puntuación: 9/10
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